El mundo de los sentidos atrapa cada vez con más intensidad nuestras vidas y es capaz de arrastrar hacia la sensualidad y la estética hasta lo más sagrado, la práctica del yoga. El yoga requiere evidentemente de un cuerpo para poder practicarse, nuestro Maestro se refería en muchas ocasiones a sus enormes limitaciones físicas cuando comenzó de niño con la práctica, yo sin apenas cuerpo he llegado hasta aquí, vosotros debéis ir más lejos. Su práctica era de superación permanente, física, mental y humanamente. Por eso cuando vemos que nuestro sistema se entremezcla con chicas luciendo preciosos biquinis en la playa con cuerpos esculturales y sin ningún tipo de ajuste técnico ni penetración mental en lo que están haciendo, es importante decir que el yoga no va por ahí, se está haciendo mercantilismo con lo más sagrado, con la superación del ser humano.
El yoga es una herramienta que viene en nuestra ayuda y que se está haciendo imprescindible en nuestro rápido sistema de vida. Pero algo en lo que es fundamental pararse a reflexionar es que el yoga no está ahí solo para que le pidamos lo que necesitemos, "quiero flexibilidad, quiero mejorar los problemas de espalda, quiero calma", el ser humano debería desarrollar un espíritu de gratitud permanente hacia aquello que recibe. Solo desde esa perspectiva el yoga puede actuar como verdadero transformador humano y llevarnos a su plano más sublime. El yoga debe tener devoción, pasión por el arte, búsqueda de la excelencia. Solo lo comprenderemos si estudiamos la vida de nuestro Maestro. B.K.S. Iyengar abarcó con su modelo de vida todos estos aspectos. El hablaba en muchas ocasiones sobre como trabajar el cuerpo, no es sensualidad, "adopta una posición confortable y ya está", el yoga debe trabajar para pulir nuestras limitaciones, nuestros bloqueos, por eso la sencillez, a no ser que seamos niños, con un cuerpo y una mente extraordinariamente puros, no es posible durante muchos, muchos años. El cuerpo no se mueve y la mente le sigue. La mente debe rastrear los problemas y llevar al cuerpo hacia su superación. La diferencia es un abismo. El problema es que en nuestra sociedad esto no vende. Dile a tu alumno, espera tres o cuatro años, trabaja de forma consciente y poco a poco irás progresando. Se vende mejor el yoga fácil, el yoga que vale para todo, hasta para lucir un cuerpo 10. El sucedáneo moderno de una técnica pulida durante milenios.